lunes, 15 de junio de 2015

Los falsos autónomos, una nueva forma de explotación laboral

Debido a la crisis Es común encontrarse con anuncios donde las empresas ofrecen trabajo siempre que uno se de alta como autónomo. Mientras que los trabajadores pierden derechos, las empresas buscan reducir sus presiones fiscales. De esta forma aparece la figura del falso autónomo, un trabajador normal y corriente ‘camuflado’ de autónomo. Pero, en ¿qué consiste exactamente? ¿Cómo se debe actuar ante una situación así?


Antes de continuar debo recalcar que esta situación es ilegal, por lo que puede y debe ser denunciada. Aunque no debe confundirse con el autónomo TRADE (Trabajador Autónomo Dependiente de Empresa) que sí es una figura legal.


Por decirlo de un una forma sencilla, un falso autónomo es un trabajador normal al que la empresa sólo le ha dado la posibilidad de trabajar dándose de alta en el régimen de autónomos. En algunos casos se firma con la empresa un contrato mercantil, podéis ver más información aquí


Muchos trabajadores aceptan este tipo de acuerdos por ignorancia, necesidad o miedo a perder su empleo; pero al hacerlo lo que logran es perder derechos: vacaciones pagadas, bajas médicas, no tienen derecho a indemnización por despido, no tiene salario mínimo… Y no sólo pierden derechos, sino que ganan en obligaciones porque tienen que pagar la cotización como autónomo, declarar el IVA y el IRPF. Importantísimo señalar que tampoco tienen derecho a cobrar el paro, a no ser que hayan cotizado voluntariamente por cese de actividad. En resumen, son todo desventajas para el trabajador.


En cambio la empresa sólo obtiene ventajas de este tipo de arreglos. Para empezar no tiene que pagar las cotizaciones del trabajador, ni sus bajas médicas, ni sus vacaciones… y puede desgravarse el IVA del ‘sueldo’ que le paga al autónomo (que para cobrar debe emitir facturas). El despido es totalmente libre, no tiene que pagarle indemnización al trabajador ni tiene porque avisarle con antelación.  En definitiva, el empresario sólo obtiene beneficios y además no asume ningún riesgo.


Por si aún quedasen dudas de cuándo se es un falso autónomo podemos recurrir a la norma establecida por el Tribunal Supremo que dice que una relación es laboral cuando tenga estas características: voluntariedad, a cambio de pago, dependencia y ajenidad. Sobre todo hace hincapié en las dos últimas, que parecen ser la clave para demostrar la relación laboral.


Como ya he dicho antes, esto es un fraude y los trabajadores pueden denunciarlo. Personalmente os recomiendo que busquéis asesoramiento de un sindicato o abogado, ellos os orientaran sobre que pruebas tenéis que reunir para demostrar esta situación. Importante, si estáis trabajando que vuestro jefe no se entere porque seguramente os despedirá. En caso de que ya os haya despedido tenéis sólo 20 días hábiles para denunciar. Sólo denunciando la situación podréis tener una indemnización, cobrar la prestación por desempleo, que os reconozcan la antigüedad y que os contraten como es debido u os devuelvan vuestro puesto de empleo.



Antes de finalizar esta entrada quiero decir que se de primera mano que la situación laboral en España es difícil, que muchas veces ante la opción de no encontrar trabajo estamos dispuestos a aceptar cualquier cosa. No me considero con el derecho de juzgar a nadie, pero quiero que os deis cuenta de que esto va más allá de un trabajo, que cada vez que alguien acepta este tipo de acuerdo estamos retrocediendo un pasito en nuestros derechos como trabajadores y provocando que más empresarios asuman esta práctica como algo habitual. 

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